sábado, 21 de febrero de 2015

Un corte


Al principio, solo habías oído hablar de él. Sabías que existía, que la gente lo hacía, pero no entendías porque. Estabas mal pero creías que nada podría hacerte llegar a ese extremo. Pero, en realidad, estabas más cerca de lo que creías. Mucho mas. Porque una parte de ti, lo habría hecho sin dudar, pero la razón estaba ahí, e hizo caso omiso a los impulsos. Hasta que explotaste, hasta que el vacío que se había adueñado de la que un día fuiste tú creció hasta hacerte sollozar y temblar. Hasta que cogiste esa cuchilla e hiciste ese primer corte. En ese momento, todo acabo. El vacío despareció por un segundo, y aunque solo fue por uno, te gustó. Entonces llegó el segundo, y el tercero, y miles mas. Después de eso se volvió una rutina, y lo que un día te pareció horrible, se había convertido en algo que te sostenía en la Tierra, y que al mismo tiempo, cuando lograras agrupar toda la valentía, serviría para sacarte de ella...

PIÑA

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